ALEXIS ORTIZ GONZÁLEZ

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Es bien sabido que el Estado de Veracruz es tierra de brujos y brujas. En el Puerto de Veracruz, vive un brujo devoto de la Santa Muerte conocido como ‘El Charro Negro’. En varias ocasiones, vi rondar por el Centro Histórico una camioneta negra con una estatua de la Santísima en la batea. Años después, descubrí que pertenecía al Charro.

Mi acercamiento al Charro Negro se dio en 2019, al ser becado por la Fototeca de Veracruz para cursar un diplomado de periodismo en el Centro Veracruzano de las Artes (CEVART), impartido por el fotógrafo Félix Márquez, reciente ganador del Pulitzer (2024), y la fotógrafa Victoria Razo, colaboradora de la agencia AFP. Este encuentro marcó el inicio de mi búsqueda para conocer más sobre este misterioso personaje.

El Charro Negro es un personaje conocida en diversas colonias marginales de Veracruz. A sus 54 años, lleva tatuajes de calaveras en el rostro, símbolos de su profunda lealtad a ‘la Flaca’, como él prefiere llamarla, rechazando otros nombres como la Santa Muerte. Según relata, su devoción comenzó cuando, siendo niño, la Santa Muerte se le apareció en la playa en la forma de una mujer de gran belleza. Este encuentro definió su camino, a pesar del rechazo social, religioso y gubernamental que ha enfrentado durante más de 30 años.

El Charro Negro se desplaza en una camioneta negra, decorada con imágenes de la Santa Muerte y del diablo. Conduce a la Flaca por las calles para bendecir y proteger a la gente pobre, afirmando que ella prefiere estar en la calle antes que en un templo. Sostiene que tiene la capacidad de comunicarse con ella y asegura que, gracias a su conexión, le deja vivir 200 años.

Este hombre solitario dedica su vida completamente a ‘la Niña’, como también la llama, afirmando que no necesita a ninguna otra mujer en su vida. Defiende con pasión que la Santisima ha sido injustamente denigrada y que, lejos de ser maligna, ayuda a quienes se acercan a ella con honestidad y respeto. Aunque existen rumores sobre la necesidad de sacrificios a cambio de favores, el Charro Negro insiste en que lo único necesario es lealtad, amor y respeto.

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