Exposición Santa Muerte.

Josué Pérez, fotógrafo.

Mis inicios en la fotografía se dieron a temprana edad. Primero con un libro de fotografías de animales que me obsequió mi abuelita materna, luego con la Kodak Star 110 que teníamos en casa, y posteriormente con la clase de fotografía en la universidad, y finalmente en FARO de Oriente en el taller de fotografía básica.

El motivo de retratar o documentar la devoción a la Santa Muerte surgió porque mi infancia se vio marcada por la muerte física y la parafernalia que la rodea (armas, balas, casquillos percutidos, objetos ilícitos, etc.). Crecí en Tepito durante los años 80 e inicios de los 90, en el edificio de la calle Granada #122 casi esquina con Avenida del Trabajo, a un par de calles del altar de Doña Queta. El crecer en el (mal) nombrado «Barrio más peligroso de México» me ayudó a poder entender y conocer a las personas de cualquier parte de la ciudad o fuera de ella, ya que me es fácil entenderlos y verlos sin prejuicios.

«Yo soy ellos y ellos soy yo.»

De esa manera me identifico con todas las personas que me permiten fotografiarlas o grabarlas de manera íntima, sea cual sea el lugar o situación. El único motivo que me alienta e inspira para hacer fotografía es mi enfermedad (glaucoma), que provoca la pérdida de visión con el tiempo; esa es la mayor causa para querer conocer más cosas, creencias y personas de cualquier tipo, sea cual sea su trabajo y/o profesión. La decisión por dedicarme a la fotografía inició a mis 27 años. Actualmente tengo 41 y no pretendo dejar la cámara por ser el instrumento para ingresar a muchos personajes y momentos; además, así puedo seguir observando y apreciando lo que mis ojos aún pueden alcanzar a mirar.

A mi parecer, una fotografía no cambia al mundo ni a las personas; cambia a la persona que crea la fotografía y a su mundo.

Mi nuevo IG: @przjozue