Pedro Meyer

El reto de la Santa Muerte…

Por Pedro Meyer

Como fotógrafo que soy, la primera pregunta frente a este tema de la SANTA MUERTE, sería ¿qué es lo que yo desearía aportar mediante esas aún no tomadas fotografías?… es más, ni siquiera sabía a ciencia cierta, con todo lo que me iba a encontrar fuera de lo que mis colegas ya me habían platicado sobre el evento por fotografiar. O sea, no sabía nada.

Captar lo que transcurre frente a los ojos de uno (el lente), es tarea relativamente fácil en esta era en donde los aparatos fotográficos casi lo resuelven todo, para que uno solo se ocupe en comentar visualmente sobre ese devenir humano.

Seamos sinceros, no hay quien no tenga una opinión sobre lo que ve a través del lente de su cámara. O sea, tener un criterio no es lo único importante, todos tenemos criterios, es si esa opinión nos ayuda a ver lo que no es tan aparente. Nos ayuda a recorrer algún velo, por más sutil que este sea, sobre eso que denominamos como  ̈la realidad ̈.

Lentes van, lentes vienen, color o blanco y negro, todas son variables que todos conocemos a lo largo de estos ya pronto a cumplirse doscientos años desde que nació la fotografía. Lo que sí es un verdadero campo nuevo de exploración (desde el 2022), para la imagen fotográfica, es el uso de la Inteligencia Artificial. Algo sobre la cual casi todo mundo habla pero la inmensa mayoría no tienen muy claro en qué consiste.

Algunos creen que es solo la creación de imágenes como con una varita mágica la que vendría a ser la computadora conectada al internet, pero en realidad es mucho más complicado que eso. Es, según mi experiencia, lo más parecido a lo que tiene de frente un buen escritor, o sea: una hoja en blanco.

Preguntarás lectora querida, ¿qué tiene que ver una hoja en blanco con una fotografía por hacerse? Paso a explicar: Así como el literato tiene que plantearse con claridad su propia narrativa, el fotógrafo con oficio, está ante la misma disyuntiva, (habida cuenta que hoy ya contamos con herramientas que nos permiten con cierta facilidad, dar respuesta a esa interrogante). Ya no es suficiente el mero registro, ahora se requiere que el fotógrafo ofrezca su propio punto de vista que no sea meramente la reproducción documental de una situación determinada.

Daré algunos ejemplos usando mi propio trabajo, mismo que intenta llevarte a ti lector, a un destino conceptual que te ponga a explorar tus propias nociones de lo que estás acostumbrado a ver sin mayor cuestionamiento. ¿Por qué aparece una vaca en medio del entorno de la Santa Muerte?, exactamente esa es la pregunta que yo planteo. Pensé en eso que llamamos creencias , en donde no se trata de opinar si las avala uno o no. Tampoco se trata de pasar juicio de valor sobre quienes las tienen. Solo hay que preguntarse desde dónde se captan esas imágenes. Hay quienes presentan sus fotos con la convicción del creyente, otros más, con la complicidad a manera de un guiño , otros con desdén y algunos solo se dejan llevar por la curiosidad sin mayor vinculación al tema. Yo opté por buscar una analogía con otras creencias ampliamente difundidas en otra parte del mundo, en la India, donde 300 millones de vacas son sagradas.

La veneración de la vaca tiene raíces en el hinduismo, la religión predominante en la India. Según la tradición hindú, la vaca es símbolo de vida y de la Tierra, y es considerada un animal puro y benefactor. En las escrituras hindúes, como el Rigveda, las vacas son asociadas con Aditi, la madre de todos los dioses. Además, muchas deidades hindúes están vinculadas de alguna manera con las vacas, y se cree que matar a una vaca es similar a matar a un ser humano. Dado el profundo respeto y reverencia hacia las vacas en la cultura hindú, las vacas suelen tener libertad para desplazarse por las calles de la India, especialmente en áreas más tradicionales y rurales. Es común verlas caminando por carreteras, mercados y otros espacios públicos. La gente generalmente no las molesta ni las aleja debido a sus creencias religiosas y culturales. En muchas áreas, es ilegal lastimar o matar a una vaca, y hacerlo puede tener graves consecuencias legales y sociales.

Así que con el apoyo de la Inteligencia Artificial me pasé buscando y probando muchísimas vacas que se sintieran bien en el contexto de esa calle en Tepito, no era cosa de oprimir un botón y listo ya aparece una vaca, nada de eso. Esta vaca, tiene un criterio editorial, fotográfico, estético, cultural, y religioso. A primera vista esto no se ve así, lo mismo ocurre con un buen vino, que requiere alguna explicación. Quedan a buen resguardo las creencias de la Santa Muerte en compañía de una vaca sagrada.

Otra imagen transformada, es una familia de feligreses, originalmente captados en una calle de Tepito, y que ahora se encuentran en un bosque, no por casualidad, si no como una reflexión acerca del cómo se vería un culto totalmente urbano rodeado de árboles, recorriendo espacios rurales en este México tan plural y multiétnico.

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